La radioembolización hepática para lesiones hepáticas primarias o metastásicas es un procedimiento teranóstico multidisciplinario de varios pasos que incluye gammagrafía planar, SPECT/CT, CT diagnóstica, MRI, PET/CT/MRI, arteriografía y evaluación clínica juiciosa.
La justificación de la radioembolización es la administración de radioisótopos terapéuticos (en forma de microesferas) a los tumores accediendo a su vasculatura microarterial neoplásica. Dado que una neovasculatura arterial irriga preferentemente la mayoría de los tumores hepáticos en lugar del parénquima sano, que es predominantemente irrigado por la vena porta, la vía arterial hepática es un objetivo razonable para alcanzar estas lesiones de manera selectiva. La mayoría de las microesferas radiactivas disponibles en la actualidad están hechas de vidrio o resina y se basan en 90Y,(ytrio) un radioisótopo emisor de partículas β y γ de alta energía con alto potencial de daño tisular.